Pidió permiso. Subió con flauta dulce. Se instaló al fondo con sus pantalones amarrados con un alambre y tocó, tocó y tocó. Tocó una corta melodía (medio china) que de tanto repetirla se transformó casi en mantra. Algunos durmieron, otros enarbolamos 1 pito. Como sea, la cadencia y el calor causaron estragos entre nosotrxs. Luego de ½ hora de ejecución, dijo que la cumbia docta interpretada humildemente, nada le debía envidiar al clásico para flauta y oboe de Wagner. Añadió altivo que las tres últim
as piezas eran de “Lizt, Bethowhen y Motzart”. Todxs nos miramos PLOP. Bajó sin pedir monedas.Cuento 2 (100 palabras exactas) : La Marcha:
Aquella mujer punk de la marcha ni siquiera se da cuenta de que existo. Quisiera ir para decirle: “Oye, tengo una cosa contigo”, pero me inundan esas viejas consignas libertarias. La calle silencia a la marcha, la marcha silencia la calle. La errática policía persigue ambulantes, luego nos mira. La columna toma un curso fantasmal en medio de calles adormecidas y extáticas …. Ella grita enardecida, yo contesto su grito …. Por lo menos, sé que pensamos cuestiones similares, aunque igual quisiera ir para decirle: “Oye, tengo una cosa contigo”, pero me inundan …. esas viejas consignas …. libertarias ….
Cuento 3 (100 palabras exacta) : Cosas de Cine:
Era un cine pirulo. Quería ver la película sólo –aunque no tanto- Nadie había en mi corrida y nadie verticalmente en mi línea de descanso. Apagan las luces y como en un de repente loco, me paro y grito: “Déjenme, no me toquen, yo pagué mi entrada”. Vino el dueño de CONATE y el acomodador mientras la Sra. de lentes alegaba no entender la juventud. Y aunque recomenzó la función, la gente se retiró alegando pesadillas nocturnas. La película era re buena. Al salir del cine acaricié a un niño, tomé 1 helado, subí al metro y regresé a casa.
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