Ruego a Ud. tomar conciencia de la gravedad de su proceder en cuanto a ordenar una matanza de perros de la calle. No sólo porque ofende y envilece el corazón y espíritu humano sino porque nuestro ordenamiento jurídico no se lo permite y deberá sufrir las consecuencias de su actuar ilegal.
Experiencias probadamente exitosas de programas integrales de control de población canina se han llevado a cabo en diversas ciudades del mundo; experiencia que, por cierto, han recogido municipios del país tales como la I. Municipalidad de Santiago y la I. Municipalidad de Los Vilos; demostrando con ello que aplicando los nuevos enfoques y estrategias de control ético de la fauna urbana se obtienen resultados sostenidos en el tiempo a diferencia de las obsoletas (y crueles) medidas cortoplacistas e ineficaces como las que Ud. ha ordenado llevar a cabo.
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