La misoginia y el racismo es el tono y estilo de estos días en el $hile de Bachelet y su Concertraición de partidos por la Democracia. El signo que la marca es la Ley antiterrorista de Pinochet, que ya no es herencia, no se engañen, hoy es la elección de Bachelet y sus ministros y ministras. La Constitución fascista de Pinochet es la opción de este gobierno y de este Estado que encadena a quienes luchan. Nada de autojustificarse con que “es la herencia”, con que hay “malos asesores” en la presidencia de la República. NO. Lo que pasa es que Esta Democracia es -cada día- una peor Desgracia, y, en realidad, viene siéndolo desde el primer día en que el golpista Patricio Aylwin tomó el poder.
Por otra parte, estos días también están marcados por la lucha de la gente de la tierra y muchos otros y otras. Están presentes Claudia López Benaiges, anarcofeminista, asesinada el 11 de septiembre de 1998, en el gobierno presidido por Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC, Concertación), Alex Lemún, comunero mapuche, asesinado el 7 de noviembre de 2002 en el gobierno presidido por Ricardo Lagos Escobar (PPD, Concertación), Matías Catrileo Quezada, asesinado el 3 de enero de 2008, en el gobierno presidido por Michelle Bachelet Jeria (PS, Concertación)…
También están quienes viven y resisten, Patricia Troncoso Robles, lamngen mapuche en huelga de hambre 108 días, la Lonko Juana Calfunao y Luisa Calfunao, comuneras mapuche, Héctor Lleitul y todos los presos políticos mapuche… Y hombres, niñas, niños, jóvenes, mujeres mapuche y no mapuche que no nombramos porque no sabemos lo que dice su carnet de identidad y no es lo que importa, sabemos lo que hacen, lo que dicen, cómo actúan.
Sabemos que la joven mapuche arrastrada semidesnuda por pacos en la marcha mapuche del miércoles 23, estuvo allí, protestó, denunció.
Sabemos que la machi que fue a ver a la Chepa la tranquilizó, la apoyó, le dio nehuen (fuerza).
Sabemos que cuatro mujeres y dos hombres –Luis, Tamara, Sara, Pepa, Alejandra*- permanecen en Huelga de Hambre en la Catedral de Concepción a estas horas y que están ahí desde el miércoles 23 exigiendo libertad a Patricia Troncos Robles.
Sabemos de las Redes de Apoyo en Chillán, Concepción, Arica, Temuco, La Serena, Rancagua, Osorno, Santiago, Bariloche, Buenos Aires, Suecia, Holanda, Italia, España…
La gente que resiste, actúa y denuncia, seguirá estando. Esto no acaba.
La gente asesinada no quiso morir. Nadie quiere morir, nadie quiere “autoinmolarse” para “transformarse en héroe” o “ganar protagonismo”…
Nadie quiere estar sin comer, a nadie le gusta que la encadenen, nadie busca que le hagan montajes y le acusen de incendios a forestales y otras yerbas. No. Todas y todos quieren vivir, pero con DIGNIDAD y LIBERTAD, para no morirse de vergüenza.
(Victoria)
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