-¿Quién te dio la vida en la comuna de Ercilla pequeño niño Mapuche?-Me la dio mi madre en Temicuicui.
-Y, ¿quién te la quiere quitar?
-Las fuerzas del orden karavinerox de Schile.
-¿Cómo es posible si apenas tienes 10 años recién cumplidos?
-Con sus rifles apuntaron directo a mi corazón y dieron con mi torax.
-¡Mientes! ¿cómo no has muerto entonces?
-¡Cierto! estoy más vivo que nunca, con los perdigones incrustados en toda la esclavitud de mi pecho adolorido pero, recordando la valentía de nuestra raza junto con la sangre que emana de mis heridas.
-¡Ves!, ¡eres un terrorista!
-Estoy amordazado y amarrado de pies y manos y, solo amo lo que son nuestros bosques, aves, estrellas; el sol que nos ilumina y los besos que nos entrega día a día la Pachamama cuando nuestros ojos se abren con lentitud al amanecer para recibirla con toda nuestra fuerza y necesidad de querer algún día vivir en P A Z encontrando al fin nuestra indispensable L I B E R T A D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario