Espacio relativista, cuerpo de la ciudad, animitas, Hip Hop y marcha de la CUT
¿Tiene cuerpo la ciudad?, ¿Qué parte de este espacio –individual o colectivamente- nos pertenece? Son preguntas que me vuelven una y otra vez cuando observo lo que ayer pasó con la convocatoria CUT. Protesté, a mi modo, me paré en una esquina no autorizada con un cartel, para robar un pedazo de ciudad a los que robaron la democracia.
Creo y siento que la Concertación –aplaudida por la derecha- se enseñorea en el espacio, ese mismo que construimos a fuerza de tanta lucha. Tengo bronca, NO por esta mierda de democracia morimos en dictadura. Niños terribles como Harboe o Schilling y todos los titulares de la Intendencia de Santiago, se prepararon –vendiendo sus dignidades- para heredar concientemente las mismas prácticas de la dictadura. ¡Hasta cuando deberemos pedir permiso para expresarnos en La Alameda?
“Compartir tu metro cuadrado” vale cuando es necesario apretarnos como sardinas en el TranSantiago y NO cuando queremos pasar a dejar flores a Salvador Allende. Es que el cuerpo de la ciudad está secuestrado, la alteridad no tiene un espacio de para su alteridad. Fíjense que la “Plaza de la Ciudadanía” –ese espacio que debería ser el ágora feliz de las diversidades- pasa enrejada con “mallas papales” (todo calza!).
Por eso grito que se equivoca Navarro cuando dice: “estoy seguro, que esta no es una práctica institucional” (tras su golpe propinado por el Estado de Derecho Funcionando), porque lo he vivido en carne propia, las Fuerzas Especiales de carabineros están preparadas para el golpe artero, el mismo que en cualquier momento puede provocar la desbandada de una marcha sólida, aquella pujante, aquella levantada sobre la aktitud rebelde de los convencidos. No puedo dejar de olvidar, la técnica de patear los tobillos, practicada en contra de mujeres (de edad) de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos, mientras las inocentes cámaras apuntaban a la altura de los rostros.
Los Mapuche, frente a la enajenación del Wallmapu, en una actitud de “cada uno es un lonco para si mismo” han dicho: “nosotros defendemos la territorialidad desde el territorio de nuestros cuerpos, que es lo único que nos queda”. Los deudores habitacionales pagan casas traspasadas de agua, lo que les impide habitar el cuerpo ciudad con dignidad. Los Hiphoperos –deconstruyen y construyen la ciudad desde sus cuerpos, danzan palabras desde sus corporalidades, levantan improntas dibujando palabras de rebeldía para más tarde aclarar que van desde mensaje a la acción. En los caminos y en contra de ellos, se levantan animitas, esas casitas para los que no tuvieron un espacio en la ciudad…. En las poblaciones, la territorialidad de las barricadas se levanta con ira, en contra de un espacio público invadido por “moles” y MEGASUPERmercados, tarjetas de crédito y plazas –de juego- enrejadas.
El espacio relativista nos habla de la inseparabilidad del ESPACIO-TIEMPO y esto es cierto al mirar nuestro cotidiano: Vivimos en este tiempo una deslucida pseudodemocracia inseparable de su paradigma de espacio público donde nos han enajenado el cuerpo social, para llenarlo de espejuelos de consumo y noticias de un país triunfante, que todavía no ha podido llenar los platos con cifras macroeconómicas. Termino con Santiago del Nuevo Extremo cantando, porque un poema vale más que mil palabras:
“la ciudad no es la misma no es la que quisimos compartir”.
¿Tiene cuerpo la ciudad?, ¿Qué parte de este espacio –individual o colectivamente- nos pertenece? Son preguntas que me vuelven una y otra vez cuando observo lo que ayer pasó con la convocatoria CUT. Protesté, a mi modo, me paré en una esquina no autorizada con un cartel, para robar un pedazo de ciudad a los que robaron la democracia.
Creo y siento que la Concertación –aplaudida por la derecha- se enseñorea en el espacio, ese mismo que construimos a fuerza de tanta lucha. Tengo bronca, NO por esta mierda de democracia morimos en dictadura. Niños terribles como Harboe o Schilling y todos los titulares de la Intendencia de Santiago, se prepararon –vendiendo sus dignidades- para heredar concientemente las mismas prácticas de la dictadura. ¡Hasta cuando deberemos pedir permiso para expresarnos en La Alameda?
“Compartir tu metro cuadrado” vale cuando es necesario apretarnos como sardinas en el TranSantiago y NO cuando queremos pasar a dejar flores a Salvador Allende. Es que el cuerpo de la ciudad está secuestrado, la alteridad no tiene un espacio de para su alteridad. Fíjense que la “Plaza de la Ciudadanía” –ese espacio que debería ser el ágora feliz de las diversidades- pasa enrejada con “mallas papales” (todo calza!).
Por eso grito que se equivoca Navarro cuando dice: “estoy seguro, que esta no es una práctica institucional” (tras su golpe propinado por el Estado de Derecho Funcionando), porque lo he vivido en carne propia, las Fuerzas Especiales de carabineros están preparadas para el golpe artero, el mismo que en cualquier momento puede provocar la desbandada de una marcha sólida, aquella pujante, aquella levantada sobre la aktitud rebelde de los convencidos. No puedo dejar de olvidar, la técnica de patear los tobillos, practicada en contra de mujeres (de edad) de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos, mientras las inocentes cámaras apuntaban a la altura de los rostros.
Los Mapuche, frente a la enajenación del Wallmapu, en una actitud de “cada uno es un lonco para si mismo” han dicho: “nosotros defendemos la territorialidad desde el territorio de nuestros cuerpos, que es lo único que nos queda”. Los deudores habitacionales pagan casas traspasadas de agua, lo que les impide habitar el cuerpo ciudad con dignidad. Los Hiphoperos –deconstruyen y construyen la ciudad desde sus cuerpos, danzan palabras desde sus corporalidades, levantan improntas dibujando palabras de rebeldía para más tarde aclarar que van desde mensaje a la acción. En los caminos y en contra de ellos, se levantan animitas, esas casitas para los que no tuvieron un espacio en la ciudad…. En las poblaciones, la territorialidad de las barricadas se levanta con ira, en contra de un espacio público invadido por “moles” y MEGASUPERmercados, tarjetas de crédito y plazas –de juego- enrejadas.
El espacio relativista nos habla de la inseparabilidad del ESPACIO-TIEMPO y esto es cierto al mirar nuestro cotidiano: Vivimos en este tiempo una deslucida pseudodemocracia inseparable de su paradigma de espacio público donde nos han enajenado el cuerpo social, para llenarlo de espejuelos de consumo y noticias de un país triunfante, que todavía no ha podido llenar los platos con cifras macroeconómicas. Termino con Santiago del Nuevo Extremo cantando, porque un poema vale más que mil palabras:
“la ciudad no es la misma no es la que quisimos compartir”.
3 comentarios:
Claudio:
Qué importante es que las personas piensen por si mismas. Es la única manera que emerjamos de este atolladero a que nos tiene sometido el neo liberalismo; instalado tan inteligentemente entre nosotros mismos que nos dejamos embaucar sin ni siquiera darnos cuenta. Pisamos el palito inocentemente mientras nos pasan la cuenta. Así instalamos esta dudacracia prontuariada que debemos erradicar de nuestras existencias antes que sea demasiado tarde. De una dictadura entregamos en bandeja el poder a una dudacracia dictatorial y pérfida que nos atormenta día a día con sus imposiciones arbitrariarias: Sueldos mínimos, pensiones, transantiago, apoderamiento de Tierras Sagradas Mapuches etc.
Cordialmente
Olaya
Hermano, tienes toda la razón.. Es muy buena tu rabia y sirve para no dejarnos atropellar, y que bueno que también quieras salir de ella cantando con Santiago...... Los dirigentes sindicales tienen razón al decir que Chile se está parando contra tanto atropello. Gracias por compartir tus opiniones y especialmente tus poemas. ¿los estás registrando?
Te quiero
¿ Hordas Vandálicas? ¡¿Destrucción?!
¡¿Qué más se puede esperar con tan mediocre nivel educacional
destinada en forma exclusiva a jóvenes de escasos recursos
junto a una televisión farandulera hasta la saciedad en horas nonas
que con fastidio causa el vómito a todo kilometraje?!
¿Qué más se les puede pedir si viven en la indigencia intelectual
con sus estómagos mal nutridos de injusticia social
acumulando idiotez a flor de piel por la falta de piedad hacia sus corazones
incluida la anti comunión con su pobreza arrastrada por las calles de la insensatez más grosera?
Es resultado de un país vanagloriado de orgullos exitistas
de una economía de privilegios omnímodos escasamente transparentes
concentrada en unos pocos seres de elite con franquicias de infabilidad gubernamental
mientras los demás sufren humillaciones día a día
hasta el cansancio de su dignidad y buenas costumbres.
Publicar un comentario