Juan, mi pareja, que es mapuche recuerda que cuando él era pequeño, en el verano de 1957 en su comunidad (Cancura Laja) se vivió con mucho temor la erupción del Llaima, pese a estar bastante lejos de allí, entre Nueva Imperial y Carahue. Esa vez los torrentes de lava avanzaron varios kilómetros, dejando centenares de hectáreas de terreno inutilizadas incluyendo las del campo de esa zona, que nunca recuperó la fertilidad que había tenido hasta entonces. "En mi comunidad eso se interpretaba como que los espíritus del mal que viven dentro del volcán estaban furiosos y descargaban su ira en la gente y querían acabar con todo. La tierra se oscureció, no veíamos nada, era como si fuera de noche aunque era pleno día. Después de unas horas empezó a aclarar nuevamente. Una de mis hermanas, Rosa, y otra persona de la comunidad nos contaron después que habían visto un pájaro enorme que se posaba sobre el volcán y batía sus alas y cuando el pájaro hizo eso se acabó el fuego, sólo entonces el volcán se calmó. Sólo ellas lo vieron. No sé cómo lo viven en otros lados, pero para mi comunidad es así, dentro del volcán están encerrados los espíritus del mal y ellos salen cuando también afuera el mal se ha desatado".
La TV informa que los turistas tuvieron que ser evacuados del Parque Nacional Conguillío y mientras tanto, las autoridades, como de costumbre afirman que todo está controlado. No hay emergencia.¿Una nueva Licarayén?Imposible no relacionar la furia del volcán con la indiferencia del gobierno ante la situación de Patricia Troncoso. ¿Esperan la Presidenta y su ministro Belisario que la muerte la rinda? ¿Están tirándola al volcán, sacrificándola como aquella Licarayén de la leyenda, ahora para aplacar a los poderosos que piden aun más represión para la novena región? ¿La Presidenta cree que el femicidio político sólo vale para ella, cuando es atacada por su gestión, y que entonces debe ignorar este otro femicidio, para no aparecer cediendo ante demandas que no son ni más ni menos que derechos humanos de los mapuche encarcelados?
La tradición mapuche habla del Pillán como el espíritu creador del linaje que vive en el volcán y observa y actúa según lo que pase en la tierra. A mí los volcanes me hacen volver a los vuelos de los helicópteros de la dictadura, al igual que el mar los volcanes son también santos sepulcros de nuestros desaparecid@s.¿Tiene que hablar el Pillán para que se escuche la voz de Patricia? ¿Calla la Presidenta para no espantar a los turistas, para no parecer "débil", para mostrar que realmente no hay problemas en la Novena Región?Primero vino el humo, luego las fumarolas y el fuego, el rojo rompió la armonía del cielo azulado, del kalfu mapuche en nuestra "copia feliz del Edén". Necesitamos urgente un traductor, un intérprete del mapudungun, que venga con una rama de canelo, y grite a los cuatro vientos - a las cuatro esquinas de la tierra - por la libertad de los que luchan por la tierra y defienden la tierra de tanta agresión. Que la Presidenta escuche la masculina voz del Llaima, ya que la de Patricia Troncoso está apagándose lentamente. ¡No es un sacrificio lo que necesitamos, es justicia, Presidenta!El volcán Llaima despertó, una vez más. Chile, su gobierno, la clase política, los medios, y muchos muchos chilenos, todavía no. El Llaima espera. La doncella muere.
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