Entrevista a Marcola, líder del Primer Comando Capital (Sao Paulo)
(La entrevista la hizo O Globo, previo secuestro de uno de sus gerentes) -
¿Vos sos del PCC (Primero Comando Capital)? - Más que eso, yo soy una señal de nuevos tiempos. Yo era pobre e invisible... ustedes nunca me miraron durante décadas... Y antiguamente era blando resolver el problema de la miseria... El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas favelas, periferias ralas. La solución que nunca venía... ¿Qué hicieron? Nada. ¿El gobierno federal alguna vez destinó presupuesto para nosotros? Nosotros sólo aparecimos en los desmoronamientos en el morro, o en las canciones románticas sobre la "belleza de los morros al amanecer", esas cosas... Ahora estamos ricos con la multinacional del polvo. Y ustedes están muriendo de miedo... Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social... ¿Viste? Soy culto... leo a Dante en la prisión. - Pero la solución sería... - ¿Solución? No hay más solución, chabón... La propia idea de "solución" ya es un error. ¿Ya viste el tamaño de las 560 favelas de Río? ¿Ya anduviste en helicóptero sobre la periferia de São Paulo? ¿Solución cómo? Sólo vendría con muchos billones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general; y todo tendría que ser bajo la batuta casi que de una "tiranía esclarecida", que salte por encima de la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice (¿o vos creés que las 287 sanguijuelas van a actuar? Si bobean, van a robar hasta al PCC...) y del Judicial, que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal del país, tendría que haber comunicación e inteligencia entre policías municipales, estaduales y federales (nosotros hacemos hasta tele-conferencias entre presidios...) Y todo esto costaría billones de dólares e implicaría un cambio psico-social profundo en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución. - ¿Vos no tenés miedo de morir? - Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Además, acá en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme... pero yo puedo mandar a matarlos a ustedes afuera... Nosotros somos hombres-bomba. En la favela hay cien mil hombres-bomba... Estamos en el centro de lo indisoluble, exactamente... Ustedes en el bien y yo en el mal, en el medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos otra especie, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, en el ataque al corazón... La muerte para nosotros es la presunción diaria, tirados en una zanja... ¿ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de "sea marginal, sea héroe"? Bueno, es eso: llegamos, ¡somos nosotros! Ja, ja... ustedes nunca esperaron a estos guerreros del polvo, ¿no? Yo soy inteligente. Yo leo, leí 3000 libros y leo a Dante... pero mis soldados son todos extrañas anomalías del desarrollo rengo de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo ahí afuera, cultivándose en la llama, educándose en el absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo alienígena escondido en las márgenes de la ciudad. Ya surgió un lenguaje nuevo. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas "con autorización de la Justicia"? Bueno, es eso. Es otro lenguaje. Estamos delante de una especie de post-miseria. Eso. La post-miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandos son una mutación de la especie social, son hongos de un gran error sucio. - ¿Qué cambió en las periferias? - Dinero. La gente hoy tiene. ¿Ustedes creen que quien tiene 40 millones de dólares como el Beira-Mar no manda? Con 40 millones la prisión es un hotel, un escritorio... ¿Cuál es la policía que va a quemar esta mina de oro, entendés? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si un funcionario vacila, es despedido y tirado al microondas... ja, ja. Ustedes son el Estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos y burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes en tierra extraña. Nosotros no tememos la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes van de tres octavos. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transforman en superstars de cine. Nosotros los hacemos a ustedes payazos. Nosotros somos ayudados por la población de las favelas, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos globales. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros clientes. Ustedes nos olvidan así como pasa la violencia. - ¿Pero qué es lo que tenemos que hacer? - Voy a dar una avispada, aún contra mí. ¡Agarren a los barones del polvo! Hay diputado, senador, hay generales, hay hasta ex presidentes de Paraguay en los cárteles de cocaína y armas. ¿Pero quién va a hacer eso? ¿El Ejército? ¿Con qué plata? No hay dinero ni para el rancho de los reclutas... El país está quebrado, sustentando un Estado muerto a intereses de 20% anual, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil picaretas. ¿El Ejército va a luchar contra el PCC y el CV (Comando Vermelho)? Estoy leyendo a Klausewitz, "Sobre la guerra". No hay perspectiva de éxito... Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en las márgenes... La gente ya tiene hasta armas antitanques... Si pelotudean, van a rolar unos Stingers ahí... Para acabar con nosotros, sólo tirando bomba atómica en las favelas... Además, nosotros terminamos tirando también "unita", de esas bombas sucias precisamente... ¿Ya pensaste? ¿Ipanema radioactiva? - Pero... ¿no habría solución? - Ustedes sólo pueden llegar a algún logro si desisten de defender la "normalidad". No hay más ninguna normalidad. Ustedes precisan hacer una autocrítica de la propia incompetencia. Pero voy a ser franco... en la buena... en la moral... Estamos todos en el centro de lo indisoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes... no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Mirá acá, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: "lasciate ogni speranza voi che entrate!" Perezcan todas las esperanzas ¡estamos todos en el infierno! Marcola
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