Iglesia Liberadora y Política
(Por Claudio Escobar)
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Hoy fue el Vía Crucis Popular.
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Ese que transita desde Tobalaba con Arrieta a Villa Grimaldi, cada año, convocado y preparado por un laicado maduro (desgraciadamente en diáspora) al interior de una Iglesia contradictoria.
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Son las esperanzas caminadas de un iglesia de base que no se avergüenza de ser y sentirse Liberadora y Política.-Unas pocas estaciones para describir las cruces de Cristo (de Crista) en África, América Latina y en definitiva en el mundo.
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Pero mucho más que ello.
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Una iglesia construida desde la base, desde las Comunidades Cristianas de Basecon agentes pastorales llenos de historias de vida, llenos de historias épicas de lucha contra la dictadura de Pinochet. Una historia común desde el Evangelio de Solentiname en Nicaragua, hasta la Comunidad Liberadora del cura Mariano Puga en Pudahuel.
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Una iglesia constituida desde el Cristo Liberadordesde el Dios que tendió su mediagua en medio de los pobres,un Dios que hizo opción por los marginadosque intervino nuestra historia como uno más de nosotros(as).
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Un Jesús que escribió con su sangre la radicalidad del evangelio.
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Otra lógica en América Latina implica otra mirada para América Latina.-Esta nueva mirada se llamó Teología de la Liberación o Teología Latinoamericana(con su correlato en la Teología Negra del África)
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En esta nueva Teología
la mediación
(instrumento para asir o interpretar la realidad)
ya no fue la filosofía, como en las teologías importadas desde Europa,sino las ciencias sociales
-que incluido el materialismo histórico-
supieron generar un esquema de análisis de la praxis cristiana
como el sustento para operar prácticas de liberación
incluso revolucionarias (y a veces armadas)!
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En este nuevo estilo de reflexionar importó e importa más la ortopraxis (el correcto actuar) que la ortodoxia (el correcto saber) ....
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Decíamos como de memoria, citando o parafraseando a Gutiérrez: “La Teología de la Liberación es una reflexión de la praxis histórica de liberación a la luz de la palabra (El Evangelio)”. En este proceso, la reflexión es un acto segundo porque el primero (yquizás el más significativo) es la praxis histórica, enraizada en los sufrimientos, las luchas y las esperanzas del pueblo pobre.
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Caminamos en el Vía Crucis un pueblo que re-escribe su historia a los pies de un espacio sagrado (Villa Grimaldi) que transforma olvido en memoria, que escribiendo desde el reverso de la historia sabe proyectar en sus vidas LA PAZ SUBVERSIVA QUE NOS TRAE EVANGELIO …
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