Cuando un Estado se llama ENSAÑAMIENTO
(Asedio a la comunidad Mapuche de Temicuicui)
- Autor: Claudio Escobar Cáceres-
“[...] como sociedad tenemos una deuda con ‘nuestros’ pueblos originarios. Estamos comprometidos con el nuevo trato que el Estado chileno ha ofrecido a los pueblos indígenas. Si Chile somos todos, debemos preocuparnos especialmente por nuestras raíces”. (Bachellet).
La comunidad de Temucuicui, comuna de Ercilla - provincia de Malleco (IX Región), es una plaza sitiada. Una interminable seguidilla de operaciones policiales se suceden, como los ocho grandes allanamientos ocurridos en el año 2006.
Lamentablemente y como lo señala el Observatorio de Derechos Indígenas, “dichos operativos han contenido sistemáticamente un alto grado de violencia física y verbal contra niños, mujeres y ancianos, lo que ha redundado en constantes llamados de atención al Estado chileno por parte de diferentes instancias de derechos humanos nacionales e internacionales.
Ya en el 2003, la voz del Relator de las Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen, expresó su preocupación ante “la definición amplia de terrorismo comprendida en la Ley Antiterrorista 18.314, lo que ha permitido que miembros de la comunidad Mapuche hayan sido acusados de terrorismo por actos de protesta o demanda social, relacionados con la defensa de los derechos sobre sus tierras”. El Estado con el asentimiento de los gobiernos concertacionistas ha criminalizado la demanda Mapuche.
Luis Tori Quiñinao expresa dramáticamente que en los allanamientos “se dispara a personas, hay heridos y participan micros, tanquetas, zorrillos, camionetas, helicópteros”. Estas incursiones se realizan de madrugada, y por resultado se destrozan casas, en las que se irrumpe violentamente sin mostrar orden judicial, tras lo cual se agrede a las personas. Además, permanentemente, “policías y civiles entran a la comunidad, detienen trayecto a las casas, en los caminos preguntan y acosan [...] Hasta en la escuela han entrado disparando y lanzando bombas lacrimógenas. Interrogan a los niños, los amenazan para obtener información sobre sus padres”.
HISTORIA: El fundo Alaska, uno de los espacios que han dado origen a este antiguo conflicto fue traspasado a la comunidad de Temucuicui el 2002 luego de una larga batalla que comenzó hace más de treinta años cuando, en el marco del proceso de la reforma agraria impulsada por el gobierno de la Unidad Popular, se recupera tierra usurpada por la familia Patterson. No obstante, todas la tierras recuperadas fueron retornadas a los latifundistas por la dictadura y su contrarreforma y, posteriormente, adquiridas por la Forestal MININCO que plantó e intensificó la explotación de pinos y eucaliptos en las 1.900 hectáreas del predio. La forestal taló todo el bosque antes de irse y ahora los Mapuche no tienen como trabajar la tierra. Pero los problemas continúan pues, René Urban, propietario del fundo Montenegro que colinda con tierras comunales, amenaza y levanta sistemáticamente demandas hacia los mapuche, que deben transitar por su fundo para entrar a las tierras comunitarias, razón por la cual éstas están permanentemente con resguardo policial. Así, en vez de trabajar la tierra, la mitad de la comunidad está siendo procesada, y aunque al final los tribunales comprueban la no responsabilidad Mapuche, les siguen persiguiendo con cualquier justificación.
La primera violencia es Estatal: Sin escuchar voces internas que llaman a comprender -que más represión acendra el refuerzo identitario, despierta justa indignación ética y multiplica respuestas que se tornan violentas en un marco de despojo permanente- el Estado y su parcial sistema judicial, el gobierno y su incursión política represiva ponen en sitio la plaza pública mayor, dejando en jaque regresivo libertades básicas como el derecho a disentir y a desobedecer civilmente de las injusticias.
Esta democracia “no es la misma, no es la que quisimos compartir”, no por esta democracia luchamos y morimos en décadas pasadas.
¡Dignidad para el Pueblo Mapuche, para Temicuicui y todos los pueblos originarios!
¡Basta de Represión, Libertad a las Prisioneras y Prisioneros Políticos Mapuche!
¿Qué será esto del NUEVO TRATO, Sra. Presidenta?
- Autor: Claudio Escobar Cáceres-
“[...] como sociedad tenemos una deuda con ‘nuestros’ pueblos originarios. Estamos comprometidos con el nuevo trato que el Estado chileno ha ofrecido a los pueblos indígenas. Si Chile somos todos, debemos preocuparnos especialmente por nuestras raíces”. (Bachellet).
La comunidad de Temucuicui, comuna de Ercilla - provincia de Malleco (IX Región), es una plaza sitiada. Una interminable seguidilla de operaciones policiales se suceden, como los ocho grandes allanamientos ocurridos en el año 2006.
Lamentablemente y como lo señala el Observatorio de Derechos Indígenas, “dichos operativos han contenido sistemáticamente un alto grado de violencia física y verbal contra niños, mujeres y ancianos, lo que ha redundado en constantes llamados de atención al Estado chileno por parte de diferentes instancias de derechos humanos nacionales e internacionales.
Ya en el 2003, la voz del Relator de las Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen, expresó su preocupación ante “la definición amplia de terrorismo comprendida en la Ley Antiterrorista 18.314, lo que ha permitido que miembros de la comunidad Mapuche hayan sido acusados de terrorismo por actos de protesta o demanda social, relacionados con la defensa de los derechos sobre sus tierras”. El Estado con el asentimiento de los gobiernos concertacionistas ha criminalizado la demanda Mapuche.
Luis Tori Quiñinao expresa dramáticamente que en los allanamientos “se dispara a personas, hay heridos y participan micros, tanquetas, zorrillos, camionetas, helicópteros”. Estas incursiones se realizan de madrugada, y por resultado se destrozan casas, en las que se irrumpe violentamente sin mostrar orden judicial, tras lo cual se agrede a las personas. Además, permanentemente, “policías y civiles entran a la comunidad, detienen trayecto a las casas, en los caminos preguntan y acosan [...] Hasta en la escuela han entrado disparando y lanzando bombas lacrimógenas. Interrogan a los niños, los amenazan para obtener información sobre sus padres”.
HISTORIA: El fundo Alaska, uno de los espacios que han dado origen a este antiguo conflicto fue traspasado a la comunidad de Temucuicui el 2002 luego de una larga batalla que comenzó hace más de treinta años cuando, en el marco del proceso de la reforma agraria impulsada por el gobierno de la Unidad Popular, se recupera tierra usurpada por la familia Patterson. No obstante, todas la tierras recuperadas fueron retornadas a los latifundistas por la dictadura y su contrarreforma y, posteriormente, adquiridas por la Forestal MININCO que plantó e intensificó la explotación de pinos y eucaliptos en las 1.900 hectáreas del predio. La forestal taló todo el bosque antes de irse y ahora los Mapuche no tienen como trabajar la tierra. Pero los problemas continúan pues, René Urban, propietario del fundo Montenegro que colinda con tierras comunales, amenaza y levanta sistemáticamente demandas hacia los mapuche, que deben transitar por su fundo para entrar a las tierras comunitarias, razón por la cual éstas están permanentemente con resguardo policial. Así, en vez de trabajar la tierra, la mitad de la comunidad está siendo procesada, y aunque al final los tribunales comprueban la no responsabilidad Mapuche, les siguen persiguiendo con cualquier justificación.
La primera violencia es Estatal: Sin escuchar voces internas que llaman a comprender -que más represión acendra el refuerzo identitario, despierta justa indignación ética y multiplica respuestas que se tornan violentas en un marco de despojo permanente- el Estado y su parcial sistema judicial, el gobierno y su incursión política represiva ponen en sitio la plaza pública mayor, dejando en jaque regresivo libertades básicas como el derecho a disentir y a desobedecer civilmente de las injusticias.
Esta democracia “no es la misma, no es la que quisimos compartir”, no por esta democracia luchamos y morimos en décadas pasadas.
¡Dignidad para el Pueblo Mapuche, para Temicuicui y todos los pueblos originarios!
¡Basta de Represión, Libertad a las Prisioneras y Prisioneros Políticos Mapuche!
¿Qué será esto del NUEVO TRATO, Sra. Presidenta?
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