Re-vivir la Pasión del Alto Bío Bío.
Me llama la ñaña Nicolasa, necesita, quiere que la visite, que le lleve a la hija, esa que lleva su nombre. No la ve desde que nació prácticamente, entre medio una conversa en la cuál me preguntó si –tras la "derrota" en Ralco- yo le había cambiado de nombre....
Subimos a la camioneta y vamos recorriendo un camino que es cuasi una pasión, tras la impronta de Pangue, luego Ralco, me estallan los ojos en lagrimas, mi hija mira el paisaje, no se da cuenta de nada. Lloro en silencio la alegría y la tristeza….
Arriba el frío, acrecentado por el embalse de Ralco. Dicen los Pehuenche que el lago tira frío y viento, que empuja la nieve sobre las riveras y que el invierno es mucho más crudo ahora. También dicen –en un exámen autocrítico- que les falto unidad, que podríamos haber vencido a la muerte….
Nos dejamos acariciar por el dulce-arbitrio de la hospitalidad Pehuenche. No nos queda otra que ir y venir, de allá para acá, subir y bajar camionetas, en medio de una comunidad activa en la trascendencia del Nguillatún que celebran. La hija abre los ojos al ver el danzar de los choiques, tuesta quesos con ramas en los fogones, come ensaladas, carnes asadas, piñones, sopaipillas y panes amasados …. Conoce(conocemos más) a mi ahijada Kiyen, para la cual nosotros éramos una visita increíblemente especial, nos honrábamos con el cariño con que ella se alegraba de vernos.
Cuando mi ñañita Nicolaza tuvo 7 meses, yo la llevé por segunda vez al Bío Bío, antes había ido en el vientre de su madre. En esa oportunidad ella cantó-susurró como respuesta al choque fluvial del Bío Bío en la junta y horas más tarde recibió su bautizo con esa agua otrora indómita, pura, llena de espíritus. Ahora el frío, la desolación, un embalse que perdió el espíritu Punalka, el agua estancada de la muerte.
En el camino muchos abrazos, ñaña Challo, ñaña Julia, ñaña Aurelia y por supuesto ñaña Berta, siempre inquietándonos con sus apuros y mañitas, que nos hacen bien, nos hacen sonreir. Más allá, "El Opaso" y su familia de Alcondas, ese viejo lobo estepario, haciendo el periodismo subversivo –desde esas tierras- que tanto le hace falta a Chile.
La ñaña Nicolaza se desvive por su Laku (Tocaya), le tiene bebiditas individuales, yogures, manzanas de su huerta, le prepara un gigante asado y la hija va recorriendo la cocina, la casa y va palpando esas costumbres ancestrales de preparar el Chavid (Mudai), de atizar el fuego, de ahumar la carne para la guarda. Atrás –por el momento- quedaron esos tiempos cuando corté junto a otras personas, los caminos a las obras de ENDESA, bajo la nieve; no sé si desconocí el clima o me arrebaté con tantas emociones, pero volví a casa con una bronquitis fulminante, quizás un poco más de la pasión que sentí a visitar estas tierras.
En fin, mi visita se me presenta en el alma como una continuidad de lucha, como un intento humilde de reparar corazones rotos, fue una odisea para vencer(y vencer en mi) el abandono que pudo quedar tras un proceso que tuvo tantas victorias, aprendizajes y en donde dimos lo mejor de nosotros(as) mismos. Mírenlo desde la óptica que quieran y acepto que de mi difieran, pero nunca me convencerán de que perdimos en Ralco!
Sea este viaje pasional, sea este abrazo a la ñaña Nicolaza, la certeza que siempre tendrá una Laku en nuestros corazones y tras este viaje, revitalizo el paso obvio de acrecentar nuestra lucha por una Patagonia Sin Represas. Hasta la Victoria!
El agua estancada de la muerte !!!!
las tres ñañitas Nicolasa, Nicolasita y Kiyen
16 comentarios:
Bello relato, lleno de recuerdos, como todas las aventuras, que luegos de hacerlas pasan a ser otro recuerdo más, hermosas fotos, un abrazo enorme Claudio, y a la Nicolasa
saludos
Pablo
:)
El Blogger dice: Gracias infinitas por sus comentarios .... realmente me dan fuerzas.
Claudio, gracias por compartir esto tan lindo...la Nicolasa había invitado al Emiliano para que fuera.....
La respuesta a tu conmovedor relato es la energía que hoy levantamos a pulso en un breve video de la manifestación realizada en la Junta de accionistas de Colbún el 28 de abril pasado. Agradeciendo el trabajo de cámara y edición de Ítalo Retamal de Ceibo producciones.
Un abrazo,
Mitzi
Claudio, muchísimas gracias. Me conmueve profundamente que me hayas mandado esta bellísima carta a mí también.
Sabes, cuando era niña sólo venía a Córcega en verano. Y el último día de vacaciones teníamos que dar la vuelta al pueblo para la despedida. Y llorábamos. En lo alto del pueblo había dos ancianas, muy ancianas. Eran hermanas. Cuando me veían llegar, entendían enseguida la razón de la visita y se acercaban a mí con las manos abiertas, grandes manos de mujeres trabajadoras que habían amasado el pan y plantado en la huerta. Manos fuertes y ásperas que me acariciaban la mejilla suavemente mientras decían "al año que viene, se Diu u vole...".
Nunca dejé de pensar en ellas. Aquellas manos fueron las que me trajeron a vivir aquí. Ellas fueron mi ñaña Nicolasa.
Ya ves, hermano, realmente tenemos mucho en común.
Abrazos fuertes.
Joëlle
Bellísimo hermano...
te esperamos en Coñaripe...
un abrazo
Ricardo Inalef
Hola .. gracias por este testimonio .. envio este correo a mi
compañera, karin, con quien iniciamos un camino juntos gracias a la
defensa del bio bio y que hoy se ve acompañada con nuestra hija, rocio
nicolasa ....
gracias nuevamente
mauricio morales faundes
CLAUDIOO QUE HERMOSA TU CARTA, ES UNO DE LOS ESCRITOS MÁS BELLOS QUE HE LEÍDO, QUE BUENO QUE TODO ESTUVO BIEN EN TU VIAJE, BESOS Y ABRAZOS , TE QUIERO MUCHO, CHAU. Pía
Claudio: Me conmovio tu relato, gracias por compartirlo. Y te admiro por la inmensa fuerza que tienes en tu interior y que logras transmitir...hasta por mail.
Cariños
Romy
no sé si perdimos o no en Ralco pero de allí viene nuestro más grande tesoro "la Laku Nicolasita". Besos y gracias. Ale Toro
Hola hermoso,
Tus palabras siempre vitalizan mi alma. Que bellos son esos viajes que nos devuelven al origen de las y los hijos... pienso en mi Pedro y el llamado viceral que me viene del Valle del Elqui.
Un gran abrazo para ti y todas y todos quienes te acompañan.
Jose
Hola lei tu cronica de ñañas............como siempre bella y hermosa, me acorde mucho de nuestras pasantias en el bio bio me da mucho amor.
te kiero mucho.
Susana
mari mari peñi claudio o trutruka como lo conoci
me alegra tanto leer sus pedacitos de palabras.
un torbellino de recuerdos , memorias ke vienen del fuego,
el amor de las ñañas ker aveces extraño..
hermano claudio te cuento ke cuando estube en stgo y kise verte y no se dieron las cosas por mi parte, pero te digo ke te llevo en el corazon como hermano hijos del bio bio y herederos silenciosos de la cultura mapucha pewenche..
te cuento peñi ke ahora estoi en costa rica junto con mi compañera, estamos esperando familia y kereemos ir a parir a mexico, ya tenemos casi 6 meses.
las cosa van en su flujo, nos a tocado luchar bastante para cruzar fronteras ilusorias y lidiar con la fuerza publica , pero gracias al gran espiritu vamos alentaos
espero ke cuando vuelva a chile ir a visitarlos.
en el piuke peñi trutruka
me despido con un gran abrazo de fraternidad.
leonel leubu
Claudio,
no había podido escribirte antes y agradecerte el compartir conmigo tus pensamientos, tu historia, tus cariños y sentimientos con la tierra y gente del Alto Bio Bio. Me llegan profundamente y sé lo fuerte que es para tí como para toda la gente que estuvo tan cercana y comprometida con esa lucha y con todas las luchas verdaderas que se han dado. Es cierto que se perdió en el Alto y la pena es grande, ese Río, esa tierra y los corazones de su gente conciente llevarán por siempre esa cicatriz doloroza y amarga en sus corazones. Sin embargo, sabemos que no todo termina ahí ni terminará con Ralco, la lucha sigue y tu eres un valioso ejemplo de la porfía, la necesaria para seguir alegres luchando y agitando, enseñando con tu experiencia, el camino de nuevos luchadores y luchadoras en defensa del territorio, la cultura y la vida sana y digna para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Gracias nuevamente por tu mirada y tus sentimientos. Yo soy uno más de los que te acompañaran, uno más de los porfiados.
Un abrazo,
Italo
Claudio,
tus palabras sobre Ralco me trajeron gran tristeza pero tambien esperanza, yo a lo más compartí con la ñana Berta en las marchas hacia endesa, pero estuve mucho más con la Ñaña Pancha en Palmucho, y con el lonko Antolin y su familia en Maya, pero igual tus palabras me tocaron... Angel
Gracias por este maravillos texto. Cuando lo leí, me emocionó. No pude responderte al tiro, pero supongo que sabías que ya estaba en mis venas.
Seguimos luchando no más, así nos hicieron. Gracias por compartirlo, por hacerme conocer tan bellos recuerdos y lugares, olores y recuerdos bellos.
Un abrazo.
Javier
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