Acción x Elena Varela: Nunca encarcelarán el AZUL infinito ….
Si la energía permanece, no se crea ni se destruye, estampar la energía de la voz en el enrarecido aire de la Moneda me tienta, con la sutil esperanza de que un grito por Libertad golpee la testaruda instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional entre medio de los que se autoproclaman demócratas.
17:00, Plaza de La Constitución. En los pocos espacios donde no hay rejas, la gente comienza a notar el nombre de Elena Varela. Advierten por mi voz que es cineasta, entre muchas otras cosas. La gente, los novios se detienen a cierta distancia, ella le explica a él no sé que amores, mientras miran el cartel. Un estafeta que lleva una pesada carga me pregunta que quiere decir AZUL infinito, curiosamente tras la explicación se despide con un Newén!
La gente queda advertida, la encarcelaron por ser fiel a su compromiso, por denunciar lo que todos callan. La detuvieron con montajes, la torturaron sicológicamente diciendo que su hija ahora es propensa a ciertos peligros, le incautaron cintas grabadas para justificar quizás qué mentiras. No resistieron a una mujer que se dijo: “¿para qué seguir investigando la música Mapuche si este pueblo ni siquiera puede vivir?”.
No hay nada bueno en la detención de Elena Varela, pero quizás nos ayude a darnos cuenta de que los gobiernos de la Concertación pueden permitir –sino propiciar- cualquier violación a las libertades cívicas si de paso esto colabora a silenciar la represión que han provocado en territorio Mapuche, la violación sistemática de los Derechos Humanos en su simulacro de democracia.
Pero rajamos sus afanes policíaco-represivos, porque donde uno cae 10 se levantan y las acciones por Elena Varela se multiplican, conmueven, inspiran. Desdibujamos sus controles totalitarios, porque pulularán cientos de cineastas que no vendan su palabra ni su lente. Desbaratamos sus “oficinas”, porque finalmente no se puede encarcelar a un pueblo entero y es por esto que digo: “Nunca encarcelarán el AZUL infinito”.
Invito a otros(as). Cualquier esquina es propicia. Despojémosnos de la vergüenza de habitar una ciudad controlada, Somos todos(as) Elena Varela!
El cartel decía:
ELENA VARELA
Cineasta
Prisionera Política de la “Democracia”
x denunciar
la Violación de los
Derechos Humanos
del Pueblo Mapuche.
Nunca encarcelarán
el AZUL infinito!
Si la energía permanece, no se crea ni se destruye, estampar la energía de la voz en el enrarecido aire de la Moneda me tienta, con la sutil esperanza de que un grito por Libertad golpee la testaruda instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional entre medio de los que se autoproclaman demócratas.
17:00, Plaza de La Constitución. En los pocos espacios donde no hay rejas, la gente comienza a notar el nombre de Elena Varela. Advierten por mi voz que es cineasta, entre muchas otras cosas. La gente, los novios se detienen a cierta distancia, ella le explica a él no sé que amores, mientras miran el cartel. Un estafeta que lleva una pesada carga me pregunta que quiere decir AZUL infinito, curiosamente tras la explicación se despide con un Newén!
La gente queda advertida, la encarcelaron por ser fiel a su compromiso, por denunciar lo que todos callan. La detuvieron con montajes, la torturaron sicológicamente diciendo que su hija ahora es propensa a ciertos peligros, le incautaron cintas grabadas para justificar quizás qué mentiras. No resistieron a una mujer que se dijo: “¿para qué seguir investigando la música Mapuche si este pueblo ni siquiera puede vivir?”.
No hay nada bueno en la detención de Elena Varela, pero quizás nos ayude a darnos cuenta de que los gobiernos de la Concertación pueden permitir –sino propiciar- cualquier violación a las libertades cívicas si de paso esto colabora a silenciar la represión que han provocado en territorio Mapuche, la violación sistemática de los Derechos Humanos en su simulacro de democracia.
Pero rajamos sus afanes policíaco-represivos, porque donde uno cae 10 se levantan y las acciones por Elena Varela se multiplican, conmueven, inspiran. Desdibujamos sus controles totalitarios, porque pulularán cientos de cineastas que no vendan su palabra ni su lente. Desbaratamos sus “oficinas”, porque finalmente no se puede encarcelar a un pueblo entero y es por esto que digo: “Nunca encarcelarán el AZUL infinito”.
Invito a otros(as). Cualquier esquina es propicia. Despojémosnos de la vergüenza de habitar una ciudad controlada, Somos todos(as) Elena Varela!
El cartel decía:
ELENA VARELA
Cineasta
Prisionera Política de la “Democracia”
x denunciar
la Violación de los
Derechos Humanos
del Pueblo Mapuche.
Nunca encarcelarán
el AZUL infinito!
1 comentario:
Ayer después de leer el “dolor que no cesa” estuve largo rato pensando. Pensando si me iba a atrever a dejar un comentario. Preguntándome “ ¿Pero, quién eres tú para comentar esto?
Hoy me anima el Azul infinito del cartel de ayer en la Plaza de la Constitución.
Y me pregunto cómo fue posible, cómo sería posible no animarme, cuando leí y vuelvo a leer ahora que lo que más le duele a Elena Varela es pensar en:
“¡Los niños, los niños enfermos de Temucuicui! Se ve en sus dibujos. En sus dibujos ellos pintan militares dentro de sus casas, explosiones de bombas lacrimógenas. ¡Eso es lo que no quieren que se sepa!”
A Elena Varela quisiera decirle yo que eso ya se sabe.
Que aunque pocos, unos cuantos acá, aunque vivimos muy lejos lo sabemos.
Decirle que el año pasado mientras ella estaba rodando la película, un grupo de chicos de acá estaba leyendo y comentando un artículo de Mauricio Buendía sobre los allanamientos en Temucuicui, y que a estos chicos de acá no se les escapó que la situación en la que viven aquellos niños de allá, la violencia desatada contra sus padres y contra ellos mismos, esa violencia que los militares ejercen en nombre del “ladrón de terno”, es indigna de una democracia. Quisiera decirle que estos chicos, sí, se indignaron, y todavía se acuerdan del nombre de esta comunidad del Wallmapu.
Por último decirle que cada vez que es posible informamos, para que otros, más, muchos, sepan lo que pasa allá. Y que las estamos esperando, a ella y su película.
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