sollozar, copiosamente sollozar
es un permiso maravilloso
que hoy me otorgo en La Victoria
la población del cura
llena de globos blancos
y música latinoamericana en todas sus calles
quizás esto sea lo más cercano
a los que los creyentes llaman resurrección
un ser humano encarnado en su pueblo
"Pierre, amigo, la Victoria está contigo"
"Juventud y Gloria, La Victoria"
y las campanas ponen el acento
a las lágrimas colectivas de agradecimiento
haciendo presente el misterio bíblico: "¡muerte dónde está tu victoria?!"
la población sobrecogida, orgullosa,
recuerda tiempos de lucha, de otras luchas
y hay un murmullo en el aire, un telón de fondo
como esperando algo
como si todos esperásemos seguros
la libertad y la buena vida ....
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