ríen mis hijos mirando la tele
esos hijos higos negros, patas pelás, sobrosos, olorososos
miran el relámpago etiope, infundado, desconocido, relativo
mientras han apagado la luz del comedor y se empinan
juegan al granizo, ese que no cabe en un "tablet"
centellean, rayean cual "rayos y centellas" en mi vientre y en mi oreja
los árboles de afuera saludan cosquillosos
los chanchitos de tierra
-azules y zigzageantes-
en sus guaridas, comen sopaipillas
y nos convidan ....
(Ahora que somos lluvia y por fin SUR)
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