Murió anteayer Darío Meliñir Ñanco, a la edad de 82 años, don Darío, y ayer fue su entierro. Ante el dolor de la noticia y la obligación/necesidad de acompañar a doña Laura y a la comunidad de Quinquen, sali a las 6 de a mañana de ayer desde Niebla, con destino a la cordillera pewenche, que me recibió a las 12 de dia. Frío, mucho frío, fruto de una nevazón ligera. No fue facil llegar a Quinquen por La Fusta y tener la certeza de que la primera casa que siempre pasé a saludar ya no sería la misma, que no saldría con su sonrisa generosa y sus ojos picarones don Darío. Mucha gente en la casa de don Darío. Abrazos, muchos abrazos, de Ricardo, Crecencio, Alfredo, Sergio, José, Joaco, pu Meliñir. Me arme de valor y entre a la ruka, donde estaba doña Laura, y me acerque... con los ojos nublados de años vividos, de pena, de desamparo, y creo tambien de descanso final luego del letargo de don Darío, le tome la mano, le dije soy Martín, me miró y nos abrazamos, me dijo "Darío lo queria mucho a usted", le dije Raul y la Nancy y Dauno estan muy lejos pero si vine a despedirme de don Darío y a acompañarla a usted es tambien por ellos, agradecida me apretó con las pocas fuerzas que le quedan mis manos, nos abrazamos y sali... ya la nieve se hacia dueña de Quinquen... Al rato sacan el cajon con don Darío y lo ponen en el centro del patio, palabras en mapudungun, palabras de despedida, de agradecimiento al mas viejito, al que los crio a todos, al calmo, sabio, tranquilo, acogedor y luchador Darío Meliñir... yayayayayayaaaaaaa.... comer juntos, compartir, conversar, volver a abrazarse, recordar... el cielo se abre en el momento de la despedida de su ruka, tres vueltas a su ruka cargando a don Dario, ... yayayayayayaaaaaaa, se abre el cielo, el sol se abre paso entre las nubes blancas y acompaña el momento, y se va,,,, ...Todas las familias de Quinquen, las mantas blancas de nieve... y caminar al eltun, nuevamente bajo la nieve, ya copiosa, frio no se siente, caminar llevando a don Dario, ya no se ve la montaña, todo es blanco, como el cabello de Darío Meliñir....
Rogativa, despedida, palabras a Chau Ngenechen, Ricardo dirige la ceremonia y llora como lloran los hombre buenos, y le habla en mapudungun, casi arrodillado en el cajon, doña Laura en segundo plano,como siempre, observa en silencio con sus maravillosos ojos, chiquititos y brillantes, los 7 hijos de don Darío lloran en silencio... todos lloramos.... y la nieve que cae ya no nos deja vernos entre nosotros, lo cubre todo. Antes de cubrir con tierra el cajon se deja la montura, se le deja comida, sus riendas, sus cosas, mate, piñones, muday, los elementos para el viaje al wenumapu... Las manos se acercan al cerro de tierra pewenche y vamos ayudando a cubrir el cajon, con las manos, con las palas, vamos tirando tierra, vamos dejando descansar a don Darío.... despues, feliz de haber acompañado a doña Laura, a los Meliñir, de haber vuelto al lugar de mi nacimiento, porque uno nace y muere mas de una vez, al lugar donde comencé el camino de esta mi vida y ya desde hace un buen rato, 25 años después de conocer a don Darío Meliñir me declaro feliz de haber tenido la suerte de conocerlo, de quererlo, de hacernos cómplices, de haber venido a despedirlo, y desconsolado de no volver a recibir su hermosa sonrisa.
Chaltu peñi Darío, peukayal. Martín
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