¡Los 40 años
fueron sólo el inicio!
Texto y Fotos
Cristián Opaso
No creo tener palabras adecuadas
para describir la emoción que nos embargó a tantos chilenos y chilenas al vernos
inundados por la avalancha de especiales de televisión, obras de teatro,
exposiciones, lanzamientos de libros, seminarios y otros cuanto-hay, que este
pasado Septiembre inundaron el país en recuerdo de los 40 años del sangriento
Golpe de estado de 1973. Muchos nos preguntamos porqué ahora, tantos años
después, esa cantidad y magnitud de actos culturales, que parecieran haber
querido compensar lo mucho que faltó por hacer y decir en las cuatro décadas
anteriores. Temimos también que fuese un milagro de corta duración.
“Ojalá que dure cuarenta años
más” decía en un canal de TV el camarógrafo
Pablo Salas –conocido por su audacia en disparar y registrar con su
cámara en los años más peligrosos.
Pues bien los deseos de Salas,
compartidos plenamente por quien estas palabras escribe, podrían al parecer
llegar a ser realidad.
Lo digo por lo que expresaron en
Septiembre las murallas de Santiago -sí, las murallas también hablan- y por los
eventos político-sociales que no paran de organizarse.
Fíjense ustedes
el tenor de los mensajes que aparecieron pegados en afiches artesanales
repartidos en algunas zonas céntricas de la capital Chilena:
“La Lucha contra el Poder es la
Lucha de la Memoria contra el Olvido”
“La Memoria esta Viva, Anda
Luchando”.
Impacta la simpleza y claridad
sobre la importancia estratégica del recuerdo y la necesidad de un trabajo
permanente por recuperar y elaborar la memoria que se percibe en estos afiches
sin firma que se pegaron en Septiembre en este Santiago aún ensangrentado.
Pero esta recuperación de la
memoria y esta reconciliación con el pasado, no debiese significar quedarnos
pegados en lo que sucedió, ni desechar la justicia, sino participar en una
construcción que dignifica nuestra historia, como lo proclama otro de los
afiches.
“Construyendo Memoria
Dignificamos Nuestra Historia, No a la Reconciliación con los Genocidas”
Este propósito de seguir
construyendo esta memoria no debiese tampoco estar exento de ese ingrediente de
construcción histórica esencial para estos tiempos tan difíciles: la esperanza
y la alegría. Según las murallas de Santiago, esos necesarios ingredientes no
dependerían principalmente de quienes asumirán en Marzo el recambio de las
cúpulas políticas :
“En los Salones Donde Imperan
los Grises, está en Nosotros Cambiar estos Matices”.
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